martes, 30 de octubre de 2018

Aceptación y rendición.


Cuando puedas, echa una «mirada» a tu interior para ver si estás creando conflicto inconscientemente entre lo interno y lo externo, entre las circunstancias externas del momento-dónde estás, con quién y lo que estás haciendo-y tus pensamientos y sentimientos. 

¿Puedes sentir lo doloroso que es oponerse internamente a lo que es?

Cuando reconoces este hecho, también te das cuenta de que ahora eres libre de renunciar a este conflicto fútil, al estado interno de guerra.

Si verbalizaras tu realidad del momento, ¿cuántas veces al día tendrías que decirte: «No quiero estar donde estoy»? ¿Cómo te sientes cuando no quieres estar donde estás: en el embotellamiento, en tu puesto de trabajo, en la sala de espera del aeropuerto con la gente que te acompaña?

Sin duda es cierto que lo mejor que se puede hacer en ciertos lugares es salir de ellos, y a veces eso es lo más apropiado. 

No obstante, en muchos casos, no tienes la opción de irte. 
En esas situaciones, el «no quiero estar aquí», además de inútil, es disfuncional. Te hace infeliz y hace infelices a los demás.

Ha sido dicho: dondequiera que llegues, allí estás. 

En otras palabras: estás aquí. Siempre. ¿Es tan duro de aceptar?

¿Realmente necesitas etiquetar mentalmente cada percepción sensorial y cada experiencia? ¿Necesitas tener esa relación reactiva de gusto o de disgusto ante la vida, que te lleva a estar continuamente en conflicto con personas y situaciones? ¿O se trata únicamente de un hábito mental profundamente arraigado que puedes romper? Sin hacer nada en particular; simplemente, dejando que este momento sea como es.

El «no» habitual y reactivo fortalece el ego. El «sí» lo debilita. Tu identidad en la forma, el ego, no puede sobrevivir a la rendición.

«Tengo muchas cosas que hacer.» Sí, pero ¿cuál es la calidad de tu hacer? Conducir yendo al trabajo, hablar con los clientes, trabajar en el ordenador, hacer recados, atender las innumerables cosas que constituyen tu vida… ¿Hasta qué punto eres total en lo que haces? ¿Es tu acción una rendición o una resistencia? 

Esto es lo que determina el éxito que consigues en la vida, no la cantidad de esfuerzo que pongas. 

El esfuerzo implica estrés, tensión, necesidad de alcanzar cierto punto en el futuro o de conseguir algún resultado.

¿Puedes llegar a detectar en tu interior la más leve sombra de no querer estar haciendo lo que estás haciendo? Eso es una negación de la vida, y por ello no puedes conseguir un resultado verdaderamente exitoso.

Has sido capaz de detectar esa negación en ti ¿puedes también dejarlo y ser total en lo que haces?

«Hacer una cosa cada vez»; así es como un maestro Zen definió la esencia del Zen.
Hacer una cosa cada vez significa ser total en lo que haces, prestarle toda tu atención. Eso es acción rendida, acción poderosa.

Tu aceptación de lo que es te lleva a un nivel más profundo, donde tanto tu estado interno como tu sentido del yo no dependen ya de que la mente los juzgue «buenos» o «malos».

Cuando dices «sí» a la vida tal como es, cuando aceptas este momento como es, puedes sentir dentro de ti un espacio profundamente pacífico.

Superficialmente puedes seguir sintiéndote feliz cuando hace sol y menos feliz cuando llueve; puedes sentirte feliz si ganas un millón de euros e infeliz si pierdes todas tus posesiones. Sin embargo, la felicidad y la infelicidad ya no calan tan hondo. Son olas en la superficie de tu Ser. La paz de fondo que hay dentro de ti permanece inmutable en cualesquiera que sean las condiciones externas.

El «sí a lo que es» revela una dimensión de profundidad en ti que no depende ni de las condiciones externas ni de la condición interna de los pensamientos y emociones en constante fluctuación.

La rendición se vuelve mucho más fácil cuando te das cuenta de la naturaleza efímera de todas las experiencias, y de que el mundo no puede darte nada de valor duradero. 

Entonces sigues conociendo gente, sigues teniendo experiencias y participando en actividades, pero sin los deseos y miedos del ego. Es decir, ya no exiges que una situación, persona, lugar o suceso te satisfaga o te haga feliz. Dejas ser a su naturaleza pasajera e imperfecta.

Y el milagro es que, cuando dejas de exigirle lo imposible, cada situación, persona, lugar o suceso se vuelve no sólo satisfactorio, sino también más armonioso, más pacífico.

Cuando aceptas este momento completamente, cuando ya no discutes con lo que es, el pensamiento compulsivo mengua y es remplazado por una quietud alerta.

Eres plenamente consciente, y sin embargo la mente no pone ninguna etiqueta a este momento. Este estado de no-resistencia interna te abre a la conciencia incondicionada, que es infinitamente mayor que la mente humana.

Entonces esta vasta inteligencia puede expresarse a través de ti y ayudarte, tanto desde dentro como desde fuera. Por eso, cuando abandonas la resistencia interna, a menudo descubres que las circunstancias cambian para mejor.

¿Estoy diciendo: «Disfruta este momento. Sé feliz»? No. Permite que se exprese este momento tal como es. Eso es suficiente.
Rendirse es rendirse a este momento, no a una historia a través de la cual interpretas este momento y después tratas de resignarte a él.

Por ejemplo, puede que estés tullido y que ya no puedas caminar. Tu estado es lo que es.
Tal vez tu mente esté creando una historia que diga: 
«A esto se ha reducido mi vida. He acabado en una silla de ruedas. La vida me ha tratado con dureza, injustamente. No me merezco esto.»

¿Puedes aceptar que este momento es como es y no confundirlo con la historia que la mente ha creado a su alrededor?

La rendición llega cuando dejas de preguntar; « ¿Por qué me está pasando esto a mí?» Incluso en las situaciones aparentemente más inaceptables y dolorosas se esconde un bien mayor, y cada desastre lleva en su seno la semilla de la gracia.

A lo largo de la historia, siempre ha habido mujeres y hombres que, cuando tuvieron que hacer frente a grandes pérdidas, enfermedades, prisión o muerte inminente, aceptaron lo aparentemente inaceptable, y así hallaron «la paz que supera toda comprensión».

La aceptación de lo inaceptable es la mayor fuente de gracia en este mundo. Hay situaciones en las que todas las respuestas y explicaciones fracasan. La vida deja de tener sentido. O alguien que está pasando un apuro viene a pedirte ayuda, y tú no sabes qué decir ni qué hacer. 

Cuando aceptas plenamente que no sabes, renuncias a esforzarte por encontrar respuestas con la mente pensante y limitada, y es entonces cuando una inteligencia mayor puede operar a través de ti. En ese instante, hasta el pensamiento puede beneficiarse, porque la inteligencia mayor puede fluir a él e inspirarlo.

A veces, rendición significa renunciar a tratar de comprender y sentirse cómodo en el desconocimiento. ¿Conoces a ese tipo de persona cuya principal función en la vida parece ser la de ser desgraciada y hacer desgraciados a los demás, la de extender la infelicidad? Perdónales, porque ellos también forman parte del despertar de la humanidad. 

Eckhart Tolle.

viernes, 2 de febrero de 2018

Recuerda


La enfermedad no es un mal a suprimir, sino que un beneficio a comprender, es consecuencia de un conflicto, es producto de la acción de factores personales y transpersonales, ergo, la enfermedad no es material en su origen, ni tampoco hay algo accidental en ella. 

sábado, 7 de octubre de 2017

Auriculoterapia


Debemos entender que la AURICULOTERAPIA al ser una técnica de la medicina china, funciona bajo los mismos criterios; esto quiere decir que el desequilibrio energético y de sangre es la que produce las manifestaciones sintomáticas con las cuales se conforman o diagnostican los síndromes en medicina china, es así como el estímulo de zonas o puntos auriculares se encarga de corregir dichos desequilibrios y por ende producir una mejoría del paciente.

TEORIA YIN – YANG
La teoría Yin-Yang en la medicina tradicional asiática plantea que el hombre esta sano mientras mantiene el equilibrio entre el Yin-Yang, pero si este equilibrio se rompe aparece la enfermedad.

LEY DE GENERACIÓN O TRANSFORMACIÓN
Todo el Universo está formado por el fuego, la tierra, el metal, el agua y la madera. Estos elementos generan movimientos de generación, de dominación y de usurpación; para comprenderlos mejor y entender por qué se produce la salud y la enfermedad daré un ejemplo:

– la madera genera al fuego
– el fuego genera la tierra
– la tierra genera al metal
– el metal genera al agua
– el agua genera la madera

Cada elemento es la madre del siguiente, por tanto, si hay exceso de madera habrá mucho fuego (hígado que termina dañando al corazón), también el hijo débil solicita cuidados excesivos de la madre que termina debilitada y enfermando (el riñón se debilitará si el hígado se enferma). En definitiva Yin - yang.
Cuando se irradia la zona, se estimula y se presionan determinados puntos con, por ejemplo: semillas naturales de mostaza, vaccaria, o diminutas esferas imantadas, entre otras, logrando armonizar la energía en el cuerpo relacionada a canales energéticos meridianos, la cual es transmitida a través del sistema nervioso central y por ende a las zonas, funciones, órganos y vísceras relacionadas a las manifestaciones somáticas del ser humano.




martes, 8 de septiembre de 2015

Para entender la enfermedad

Existen cinco verdades fundamentales, que están relacionadas directamente con la vida misma, las cuales nos llevan a pensar en como estamos viviendo. Esta pequeña lista nos muestra el rumbo que estamos llevando y lo que claramente no esta equilibrado, así que vayamos botando paradigmas.

1.   El hombre tiene un alma que es su ser real.
2.   Somos personalidades y existimos para lograr conocimiento y experiencia.
3.   Nuestra vida no es mas que un momento en nuestra evolución.
4.   El conflicto entre el alma y la personalidad es la causa de la enfermedad y la infelicidad.
5.   Existe una unidad en todas las cosas.


Los verdaderos causantes de las enfermedades son los defectos que el ser humano ha desarrollado.
Son siete errores a los que el ser humano ya está acostumbrado y muchos de ellos pasan ya a ser parte de su personalidad.

1.   El orgullo
2.   La crueldad
3.   El odio
4.   El egoísmo
5.   La ignorancia
6.   La inestabilidad
7.   La codicia



La enfermedad es no un mal a suprimir, sino que un beneficio a comprender, es consecuencia de un conflicto, es producto de la acción de factores personales y transpersonales, la enfermedad no es material en su origen, ni tampoco hay algo accidental en ella.